Cuando nuestro trabajo nos obliga a estar sentadas frente a la computadora o ante el escritorio muchas horas en el día pueden generarse malas posturas y costumbres que terminarán dañando la columna. Muchas de las dolencias de espalda se desarrollan por adquirir vicios posturales que nos generarán, con el tiempo, un dolor. Es que, en general, vamos por la vida sin prestar verdadera atención a nuestra postura, y hacemos malos esfuerzos que a futuro traerán dolores que podrían haber sido prevenidos. La edad puede ser un condicionante: el paso del tiempo deteriora la elasticidad, tornándolos cada día más rígidos y llevándonos a perder movilidad. Existe, por otro lado, un factor hereditario, es decir, alteraciones de nuestra estructura que, en muchos casos, son congénitas (de nacimiento) y otras que se adquieren porque tenemos una estructura con una predisposición a sufrir. Por ejemplo, si tenemos una personalidad explosiva, estaremos predispuestos a estar más tensionados; si tenemos una columna con algún problema en su estructura, nos va a generar dolores a veces hasta sin haber realizado ningún esfuerzo. El sobrepeso es un factor sumamente destructivo para la columna y las articulaciones en general. Así, por ejemplo, tener sobrepeso suele llevar a quien lo padece –en su intento por revertir la situación– a hacer actividad física, lo que hace que no tarden en aparecer los dolores en tobillos, rodillas, columna, etc.
Pensemos que la actividad de caminar es buena, pero una estructura ósea con exceso de peso no está preparada para soportarla.Asimismo, los traumatismos presentes a lo largo de la vida –desde edades tempranas– condicionan nuestra calidad de vida, aunque a veces no nos demos cuenta.
Los estudios demuestran que el 75% de la población padeció algún tipo de molestia o dolor en la espalda y, si a eso le sumamos que cada uno de nosotros tenemos algún tipo de des-balance o debilidad muscular (dormir del mismo lado, utilizar billetera, llevar la cartera siempre del mismo lado), comprenderemos la importancia de adoptar una buena postura durante esas horas de trabajo, ya que nuestra espalda nos estará recordando que debemos tomar algunos pequeños descansos para relajar la posición.